Aquí tienes algunas recomendaciones para mantener tus ponchos y tejidos en excelentes condiciones:
1. Lavá tus prendas a mano, con agua fría o tibia (máx. 30 °C) para evitar que la lana se encoja o decolore; Usa un detergente suave y sin blanqueadores.
2. Secado: evitá usar secadoras. En su lugar, extendé la prenda sobre una toalla y enróllala para eliminar el exceso de agua. Luego dejala secar en una superficie plana, a la sombra.
3. Almacenamiento: guarda tu poncho o tejido en un lugar fresco y seco, preferiblemente en bolsas de tela para permitir la circulación del aire. Evitá las bolsas de plástico.
4. Recordá que al ser lanas naturales que no han sido sometidas a procesos industriales las polillas suelen sentirse especialmente atraídas por ellas, por eso te recomendamos colocarles: bolsitas de lavanda o bloques de cedro; hojitas de laurel secas; guardá las prendas limpias y secas (las polillas se ven atraídas por la humedad); ventilá tus prendas frecuentemente. Podes colocar algún repelente de polillas mas industrial. Si sospechas que alguna prenda tiene polillas, colócala en una bolsa de plástico y congélala durante 48hs, esto matará cualquier larva o huevo.
5. Si fuera necesario planchar, hazlo a baja temperatura, colocando un paño húmedo entre la plancha y el tejido para protejer la lana.